La vida me ha dado muchas sorpresas, gratas sorpresas. Viajar y conocer tantos lugares ha sido uno de los principales ejes de mi vida. Algunos destinos han llegado a mí sin buscarlos, otros han estado siempre en mi mente. Bután fue uno de esos que llegó de manera inesperada. A comienzo de este año me llegó un correo para aplicar a la conferencia bianual de la comunidad de evaluadores del sur de Asia. La verdad no conocía mucho de Bután, así que decidí aplicar un poco motivada por la curiosidad de conocer, así como la oportunidad de presentar el trabajo que hacemos con unas de las evaluaciones que manejo, cuyo objetivo es empoderar a los adolescentes y reducir el matrimonio infantil en el sud este asiático. Debo admitir que vine a conocer donde quedaba Bután cuando vine por primera vez a India y viajé a la región de India que queda entre Bután y Bangladesh.
Bután es realmente un destino único. Yo no sabía que era un país que controlaba tan fuertemente el turismo. Solo se abrió al turismo en los 90´s, los extranjeros que viajaban antes a Bután lo hacían invitados por el rey. Los extranjeros, excepto los nacionales de India, deben pagar una tarifa diaria de 200-250 USD para viajar en Butan. Esta tarifa cubre transporte, hotel, guía, entradas y comidas. Afortunadamente, como yo iba en el marco de esta conferencia no tuve que pagar esta tarifa diaria, solo tuve que pagar la visa que cuesta 40 USD.
Desde que llegamos a Paro, la única ciudad con aeropuerto, se da uno cuenta que está en un país único. El aeropuerto es divino, impecable. La gente es muy amable, siempre con una sonrisa; sin estrés, llevan la vida tranquilamente. El recorrido de Paro a Thimphu, que es la capital, dura aproximadamente 2 horas. Durante el recorrido, apreciar el verde de las montañas es algo lindo, aunque dada la cantidad de curvas uno termina un poco mareado.
Hombres, mujeres y niños están vestidos con el traje tradicional. Solo algunos pocos llevan un atuendo un como más simple y occidental, como pantalón y camiseta. Los hombres llevan algo que se llama gho, que es como una bata que va hasta la rodilla y se amarra en la cintura, la verdad es que los hombres se ven muy elegantes y los niños muy tiernos. Las mujeres llevan una falda que se llama kira, que es un pedazo de tela rectangular que se amarra a la cintura, los motivos de las telas de esas fadas son divinos. La falda la llevan con una especie de chaquetica que se llama wonju.
Algo que me llamó la atención fue ver el respeto que los habitantes les tienen al rey y su esposa. En todos los establecimientos hay una de foto de los reyes, e inclusive algunas personas llevan un botón con la foto de los reyes en su camisa. El rey actual es el 5 rey, su padre está aún vivo pero decidió ceder el trono hace algunos años. El rey 4 tiene 4 esposas, todas ellas hermanas. Con la tercera esposa tuvo al hijo que actualmente es rey. El actual rey solo tiene una esposa que es increíblemente linda. A mí me pareció de una belleza única, por lo menos así se veía en todas las fotos que vi de ella durante mi estadía en Bután.
Bután es un país con solo 700,000 habitantes. Claramente, yendo de Delhi, que tiene cerca de 11 millones de habitantes, yo me sentía en el paraíso. Un cambio total respecto a ruido, contaminación y caos.