En febrero decidimos escaparnos unos días a Montreal. Yo tenía muchas ganas de visitar y encontramos tiquetes baratos, así que decidimos armar viaje. Sabíamos que iba a hacer frio, pero igual decidimos armar plan y conocer Montreal. En una frase, a mí me encantó y quiero volver en otra época del año, donde pueda disfrutar la ciudad desde otra perspectiva. Lo interesante, fue que a pesar de hacer frio, la ciudad se puede desfrutar y hay planes para hacer.
La ciudad tiene una magia particular. La ciudad vieja esta llena de lindas callecitas y muchos cafés y restaurantes por conocer. La basilica es majestuosa, con un tono azul que la hace única.
El día que fuimos a Mont Royale estaba nevando un montón y en el bus, vimos a varias personas con sus esquíes listos para aprovechar la nieve. El parque estaba lleno de gente esquiando y niños deslizándose para la nieve. Ese día, nos encantó.
Vale mucho la pena visitar el museo de bellas artes de Montreal. El día que fuimos había una exposición de Georgia O’Keeffe. Yo no conocía su obra y me encanto.
Nuestra estadía en Montreal también fue la oportunidad de comer rico y probar, claramente, la tradicional putine en La Banquise.
Espero tener la oportunidad de volver a Montreal y aprovechar la ciudad con otro clima.
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